6.-"Proof by Verbosity: Demasiadas Palabras, ¿Pero Hay Pruebas?"

Implica abrumar con muchos argumentos o datos irrelevantes para que el oponente no pueda refutarlos todos.

El Gish Gallop es una táctica que se utiliza en debates y discusiones (no solo políticas) consistente en presentar una gran cantidad de argumentos incorrectos, irrelevantes o absurdos, afirmaciones falsas, verdades a medias y mentiras descaradas. Todo ello en un breve intervalo, de forma que el interlocutor queda abrumado, sin tiempo para organizar sus respuestas y responder, así, adecuadamente a la “metralleta de falacias”, expresión que también se aplica a esta práctica.

Pero el jinete no razona necesariamente; expone una tras otra sus aseveraciones sin fundamento, sin necesidad de vertebrar tesis, evidencias y garantías (lo mínimo de la argumentación). Y, cuando lo hace, malversa los argumentos a través de “hechos” falsos, incongruentes o irrelevantes.

Porque su objetivo es atosigar al oponente, convenciendo a la audiencia de que la verdad y los “hechos” están de su lado. Aquí, además, entra otro elemento, y es que con mucha frecuencia procesamos la información mediante “atajos mentales” que, por ejemplo, nos hacen valorar más una idea según una heurística de cantidad: a más datos citados como apoyo, más meritoria se percibe una propuesta. Aunque tales “datos” sean mentiras, o verdades a medias, encadenadas una tras otra. Eso sí, velozmente.

Un ejemplo de lo anterior es la entrevista que Jonathan Swan, corresponsal político de Axios (serie documental de noticias, reportajes y entrevistas), hizo a Donald Trump. Te invito a que le des un vistazo a este fragmento de la entrevista.

Sin embargo, lo que es de admirar es que Swan no dejó que se deslizara una larga serie de estadísticas poco fiables. Eligió la batalla y no se movió.